Siempre en el mercado del sexo pago, -como en otras actividades- hay verdades plenas, medias verdades y mentiras. El manejo de estas variantes se suelen dar en todo orden y sector, muchas veces escuchamos hablar de la “mentira piadosa”, como forma engañosa de no decirle la verdad a una persona o a toda la sociedad por considerar que los va afectar menos la mentira piadosa que la cruda verdad. Este juego mentira-verdad se llega a dar en todos los momentos de la vida y en todos los sectores.
Cuantas veces la mujer le pregunta al esposo o pareja, luego de probarse un prenda nueva, “¿me hace muy gorda este vestido?”, la respuesta de la mentira piadosa puede ser “no te queda hermoso, solamente que resalta tus formas”, O la respuesta de la mujer ante la preocupación del hombre por la incipiente calvicie, diciendo.”Te hace más interesante y sexi la falta de cabello”. Estas son algunas incruentas respuestas, pero hay otras las relacionadas con la salud de un paciente que requiere saber la verdad sobre sus expectativas de vida, estas respuestas dadas por los familiares son a veces una expresión de deseo más que una cruel verdad.
En el servicio del sexo pago también hay mentiras que el cliente sabe que lo son, pero les agrada escucharlas por parte de la escort, “Nunca tuve un sexo tan pleno y gozoso como el que tuve con vos”, o la afirmación de “Tu miembro viril es el más grande y potente de todos los que conocí”. Todas estas mentiras elogiosas tienen un fin, erotizar a quien las escucha, el cliente sabe que son mentiras, pero le gusta escucharlas.
Muchas de las motivaciones eróticas están basadas en estas mentiras que la escort sabe manejar a la perfección para mejor desempeño de su actividad. No es extraño que la scort tenga que cumplir con un programa de diálogos preestablecido por el cliente que requiere se llamado de determinada manera en el momento de realizar la relación sexual.
Hay escorts en Pamplona "escort pamplona" o bulgarmente llamadas "putas Pamplona" que relatan la situación de un cliente que pedía ser llamado “Mi potro”, o “Sós mi toro” en el diálogo que la escort debía tener cuando se dirigía a él. Estas solicitudes de diálogos son más habituales de lo que se imagina, teniendo en cuenta que lo verbal es tan erotizante para el hombre como la desnudez de un cuerpo femenino.
La mentira como elemento dentro del sexo existe y existirá, las mujeres escorts o no, suelen mentir con sus orgasmos solo para satisfacer a su acompañante de turno y no frustrarlo. En el caso de la escort es atendible por ser una relación comercial, en los casos de las mujeres comunes con parejas estables, el abuso de esta “mentira” puede ser perjudicial para su relación de pareja.